Estudios realizados en el país han develado la urgencia de prepararnos como sociedad para frenar la incidencia de una enfermedad silenciosa que va en aumento en nuestra infancia: la diabetes.
Los doctores Elbi Morla y Rosario Almánzar, del Área de Ciencias de la Salud del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), en colaboración de los investigadores Graham Ogle, Steven James y Jayanti Manian de Life for Child y la University of the Sunshine de Queensland, Australia, en una investigación sin precedentes en la región, determinaron que en República Dominicana la incidencia de diabetes tipo 1 es de 4.3 por cada100,000 habitantes menores de 14 años, lo que denota su crecimiento.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. Se diagnostica comúnmente en la infancia o adolescencia.
Resulta común ver a nuestros infantes siendo consumidores de alimentos cargados de azúcar como bebidas de diferentes tipos y alimentos altamente procesados.
Según refieren los especialistas, el hábito de comer alimentos con una gran cantidad de azúcar forma parte de la cultura en varios sectores de nuestra población y esa costumbre, con el paso de los años, acentúa el crecimiento de esta enfermedad en la población. La diabetes, si no está controlada, es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
Actualmente, en República Dominicana hay entre 1,500 a 2,000 menores de 18 años que han sido diagnosticados con diabetes mellitus, enfermedad crónica que se caracteriza por la hiperglicemia (aumento de los niveles de azúcar en sangre).
La diabetes según afirma el texto publicado por los especialistas es más frecuente en niñas de 10 a 14 años. Los resultados puntualizan que se diagnostican unos 122 niños y adolescentes por año con Diabetes, lo cual denota un aumento significativo de casos que se viene sucediendo desde la pandemia de COVID-19, cuando debido a la ansiedad se descompensaron los hábitos alimentarios, con una distribución uniforme en todas las regiones del país.
Los investigadores resaltan algunos puntos imprescindibles para prevenir la diabetes: educación alimentaria del infante y sus familiares, un adecuado plan de alimentación, realizar ejercicios de forma sistemática y cuidados de la salud mental.
Los especialistas plantean que, si promovemos desde la infancia una alimentación saludable, comenzaremos a ver resultados positivos en la calidad de vida de nuestra sociedad.